La música despierta miles de sensaciones como ningún otro “producto” lo podría llegar a despertar, es de ahí que desde hace muchos años atrás esta se ha convertido en un negocio bastante rentable donde todo el que tenga el talento sea bueno o sea pobre espera sobresalir en el medio. Pero ¿cómo se logra el éxito en un medio tan competitivo? La respuesta es lógica; el mercadeo. Las compañías discográficas o productoras musicales son las que se encargan de promocionar a sus cantantes -tan igual como se podría llegar a vender un electrodoméstico-, así mismo estas realizan diferentes investigaciones de mercado, deduciendo la población a satisfacer, frente a los factores culturales, sociales, personales y/o psicológicos de los consumidores, mediante la web, los CD o la radio.
La música es un estímulo al alma y al cuerpo, y la decisión de compra del consumidor por determinado grupo o solista se definirá por la necesidad o deseo que sera despertado por el estimulo que generará la acción de adquirir cualquier sencillo del artista, ya sea porque se sintió identificado con el género, porque le fascinó el vídeo, porque su familia o grupo social escucha ese tipo de música, porque está de moda o también y lo que más se impone hoy en día; la canción describe su estado de ánimo. Es tal esta última característica que cantantes como Adele han logrado un éxito increíble, con un tipo de música que rompe los parámetros actuales, en un mundo donde se impone Lady Gaga con su pop controvertido y extravagante. El talento de Adele la hizo merecedora de seis premios Grammy, los más importantes en la música. Pero ¿por qué nos encanta a Adele? La música como anteriormente dije, produce en nosotros distintas sensaciones que al combinarse con la maravillosa voz de esta cantante y sus letras bastante fuertes, ocasiona en el cerebro sentimientos de pesar e ilusión. En pocas palabras si se está “entusado” o enamorado, Adele es perfecta para ustedes.
La música es influencia para el mundo, proporciona entretenimiento, tranquilidad y sentimientos. Es de ahí que cualquier evento de alta gama se empieza con un pequeño concierto para amenizar el ambiente, ejemplo de ello se tiene el Super Bowl en los Estados Unidos, el mundial de fútbol o los juegos olímpicos. Los artistas que han logrado estar en cualquiera de estos tres espectáculos son gracias a las estrategias de marketing dispuestas por sus disqueras, de ahí éxitos tales como Lady Gaga, que alrededor de 5 años atrás se escuchaba poco o nada de ella, y en la actualidad es famosa por sus vídeos bastante peculiares, sus escándalos y su estilo que no se apega a nada de lo convencional, la cual se posiciona junto con Taylor Swift como las cantantes que más ganaron en 2011. La influencia es tal que al morir un artista como Whitney Houston, sus ventas alcanzas niveles sorprendentes y las discografías preparan estrategias de comercialización por el boom que genera la noticia.
La música es para todos, las alternativas son tantas, tan variadas y tan solicitadas, que muchas empresas alrededor del mundo han enfocado sus esfuerzos para el manejo y comercialización de esta. Se tiene a la pionera en ventas de música online Apple, con su tienda iTunes, que ha obtenido un éxito inalcanzable por otras, donde esta se ha convertido en un índice en la medición del crecimiento de un artista junto con Amazon. Es de ahí que Google ha decidido incursionar en este medio tan lucrativo creando así su tienda Google music como complemento a su plataforma Android.
Modo grosso, “la música sí paga”, pero paga gracias a la relación estrecha e indivisible con el marketing.
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